Entre los distintos tipos de jardines, se encuentra el particular jardín Zen donde no predomina el verde natural o las flores, sino la calma y meditación. Para decorar este tipo de ambiente, la sencillez es clave.
Arena y piedras
La particularidad del jardín zen es que debe recubrirse con arena y piedras, dejando al descubierto las irregularidades dek terreno o algunas piedras de gran tamaño, ya que esto simboliza la calma del mar. Sobre esa misma extensión de terreno de color gris claro, se realiza un importante rastrillaje con formas circulares que bordean las piedras o lomadas, asemejando el agua. El resto se rastrilla formando líneas rectas.
Cristales de cuarzo
El mejor elemento simple, para decorar el jardín zen es el cuazo. Los cristales pueden esparcirse en las lomadas que quedan descubiertas o bien en los rastrillajes circulares para iluminar el campo. Esta piedra imita los reflejos del sol que se producen en el mar, por lo que es ideal para este tipo de jardines. Por las noches, las velas son una excelente elección que mantienen la armonía del lugar e iluminan suavemente. La decoración no debe ser excesiva ya que en los jardines del tipo zen debe predominar la sobriedad que invite a la meditación.
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