Estos muebles pueden durar por años si se los cuida adecuadamente. Son delicados pero duraderos y tienen la ventaja de que no necesitan ser encerados o lustrados. Una limpieza ocasional con un trapo húmedo o con la aspiradora los hará lucir como nuevos.
Este tipo de muebles son grandes aliados en las decoraciones jóvenes. La solución más práctica para limpiarlos es aspirar la suciedad con el cepillo de la aspiradora y después pasarles un trapo húmedo previamente sumergido en agua caliente con algún limpiador suave. Los asientos de caña deben limpiarse periódicamente. Una vez secos, deben tratarse con algún producto a base de aceite, como linaza o aceite de limón, para que se mantengan flexibles.
Qué evitar con el mimbre
Por lo general el mimbre es muy resistente. No obstante, si está expuesto a condiciones extremas, puede debilitarse. Algunos consejos para evitar con los muebles de este material:
- No colocar los asientos de mimbre o de caña cerca de radiadores o ventiladores de aire caliente. El calor debilita las ataduras y las secará.
- Evitar exponerlos al sol directo. Secará sus fibras y comenzarán a desquebrajarse.
- Evitar el exceso de humedad, especialmente si los muebles tienen almohadones.
- Nunca deben dejarse afuera en invierno.
- Nunca limpiarlos con manguera porque se caerán a pedazos.
- Para quitar el moho, lave el mueble con un limpiador desinfectante. Deberá limpiarse todo el mueble para mantener un color uniforme.
- Si el mimbre es antiguo, puede utilizar un cepillo de dientes viejo para limpiar la suciedad acumulada.
- Si la silla cruje es porque está seca. El consejo es mojarla para alimentar las cañas asegurando una mayor flexibilidad.
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